UN HOMBRE, UN CRISTIANO, UN PASTOR CON AUTORIDAD

Por: Seán Patrick O’Malley

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La gente se admiraba de cómo les enseñaba, porque lo hacía con autoridad y no como los fariseos.” (Mc 1,22). Como éste, son varios los testimonios en el Nuevo Testamento sobre la admiración que causaba Jesús de Nazaret, en su tiempo y pueblo, porque vivía, obraba y enseñaba con autoridad, a diferencia de los maestros de la ley y de los fariseos que – hipócritamente - “no hacen lo que dicen” (Mateo 23,3).

La hipocresía es la mayor causa de nuestros actuales males y la autoridad la mayor urgencia de la humanidad en nuestro tiempo. Tenemos necesidad apremiante de hombres y de mujeres que, en todos los estados de vida, en todas las instancias sociales, vivan con autoridad, con coherencia entre los hechos y las palabras. Hombres y mujeres que hagan lo que dicen, que cumplan lo que mandan, que vivan lo que creen, que practiquen lo que predican.

En estas líneas voy a hablarles de un discípulo auténtico de Jesús de Nazaret, de un hombre con autoridad, de mi amigo, el actual Arzobispo de Boston – Massachusetts, el Cardenal O´Malley, OFM Cap. cuyo lema episcopal en su escudo de armas reza: “Quod cumque dixerit facite” que, traducido al español significa: “¡Lo que digas, hazlo!

El 29 de junio de 1944, nació en Ohio, Estados Unidos Seán Patrick O'Malley. Por lo que este año 2024, cumple 80 años de vida y según la legislación eclesiástica - como todos los cardenales - a partir de esa edad, el Cardenal O´Malley cesa en el derecho a voto en el cónclave para elegir al próximo papa, sucesor de Francisco.

Es una fecha, entonces, muy importante en la vida y obra Seán O´Malley y una ocasión especial para resumir y agradecer su legado, para rendirle homenaje a este gran ser humano, auténtico cristiano, fiel católico, pastor de todas las horas, fraile, presbítero, obispo, arzobispo y cardenal de la Iglesia.

Escribo estas líneas con enorme afecto y devoción, con admiración, orgullo y gratitud por la amistad con la que el Cardenal O´Malley me ha honrado y distinguido por medio siglo. Este un homenaje al hombre, modelo de ser humano; al cristiano y pastor, ejemplo de discípulo de Cristo, al intelectual ilustre modelo de ciudadano del mundo, y al hombre de Iglesia.

Porque la intensa vida y la vasta obra y legado de Seán O´Malley son una luz en el camino, un faro y guía a seguir en un mundo urgido de seres profunda y verdaderamente “humanos”, en una sociedad que reclama el testimonio de auténticos seguidores del evangelio de Jesucristo y en una Iglesia que clama por la vida y presencia de pastores buenos a ejemplo del Buen Pastor.

Unos hitos biográficos…

  1. Estudió primaria en St. Gabriel y Sacred Heart y secundaria en St. Fidelis, un seminario dirigido por los padres capuchinos, en Butler, Pensilvania.
  2. Se preparó para el sacerdocio en el Seminario St. Fidelis, y en el Capuchin College de Washington, DC.
  3. El 14 de julio de 1965, profesó en la Orden de los Capuchinos, orden religiosa dedicada a seguir la vida y obra de San Francisco de Asís.
  4. El 29 de agosto de 1970, fue ordenado sacerdote de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos.
  5. Realizó una maestría en educación religiosa y un doctorado en literatura española y portuguesa, ambos en la Universidad Católica de América en Washington, DC, donde también enseñó de 1969 a 1973.
  6. Estudió, además, griego, alemán, hebreo y teatro.
  7. El 30 de mayo de 1984, el Papa Juan Pablo II lo nombró obispo coadjutor de la Diócesis de St. Thomas en las Islas Vírgenes.
  8. El 2 de agosto de 1984, fue ordenado obispo en la Catedral de los Santos Peter y Paul en St. Thomas.
  9. El 16 de octubre de 1985, se convirtió en obispo diocesano de esa diócesis del Caribe.
  10. El 16 de junio de 1992, el Papa Juan Pablo II lo nombró obispo de Fall River.
  11. El 3 de septiembre de 2002, el Papa Juan Pablo II lo nombró obispo de la Diócesis de Palm Beach, Florida.
  12. El 1 de julio de 2003, el Papa Juan Pablo II lo nombró Arzobispo de Boston.
  13. El 24 de marzo de 2006, el Papa Benedicto XVI lo elevó a cardenal.

Ejercicio ministerial, cargos pastorales…

Una mirada a la enorme cantidad de cargos pastorales, a la presencia del Cardenal O´Malley en tantos frentes y tan diversos temas, evidencian su gran capacidad de trabajo, la entrega incondicional de su vida a las causas del Evangelio y su protagonismo en el quehacer de la Iglesia y de la sociedad en las últimas décadas:

  1. Vicario Episcopal para las comunidades hispana, portuguesa y haitiana y director ejecutivo de la Oficina de Ministerio Social de la Arquidiócesis de Washington
  2. Miembro de la Congregación para el Clero y la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica en la Curia Romana.
  3. Participó en el cónclave – se dice que como papable - en el que fue elegido el papa Francisco.
  4. Es el primer cardenal en tener un blog personal.
  5. Miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
  6. Miembro de la Junta Administrativa de la Conferencia de los Obispos Católicos de los estados Unidos (USCCB). Y en ella, miembro, además, de las Comisiones Pro-Vida, Misiones, Vocaciones, Asuntos Hispanos, Migración, Iglesia en África y para la Iglesia en América Latina.
  7. Visitador Apostólico de la Archidiócesis de Dublín.
  8. Presidente de la Fundación Papal.
  9. Miembro de la Asamblea Especial para Oceanía del Sínodo de Obispos.
  10. Visitador Apostólico de varios seminarios en Central América y el Caribe.
  11. Miembro de la Junta Directiva de los servicios de ayuda católicos: Catholic Relief Services.
  12. Miembro de la Asociación para el Desarrollo de la Universidad Católica de Portugal Miembro del consejo directivo de su alma mater, la Universidad Católica de América.
  13. Doctor “honoris causa” en teología por la Universidad Pontificia de Salamanca
  14. Por último, y quizá el cargo de mayor responsabilidad en los últimos años, el Cardenal O’Malley es uno de los ocho cardenales elegidos por el Papa Francisco para ayudarle en el gobierno de la Iglesia y en las reformas a la Curia Romana. Cargo, que como todo su ejercicio ministerial y pastoral lo ha desempeñado a cabalidad, con humilde espíritu de servicio, con presencia en todas las reuniones que dicha función demanda, con todo sacrificio y lealtad, con generosa entrega, devoción, obediencia y disponibilidad al Papa y a la Iglesia, con total silencio y prudencia.

Curando heridas...

La salvación de Dios en Jesús de Nazaret, su mesianismo, lo acreditaron y consignaron por escrito los primeros cristianos en el Nuevo Testamento, por las obras (Juan 10,38), especialmente por las curaciones a los enfermos de diversos males. Jesús mismo envía a los primeros discípulos a realizar su misma misión en el mundo: curando, sanando, salvando (Mt 10,8).

La tragedia que ha significado para la Iglesia Católica los escándalos sexuales, revelados por los medios de comunicación en las últimas décadas, han puesto al Cardenal O´Malley a ejercer un papel determinante – como discípulo de Cristo y como pastor de la Iglesia - en la curación de las víctimas de los abusos por parte de ministros ordenados.

Así, tuvo que hacerlo como obispo de Fall River, luego como obispo de Palm Beach y más tarde como Arzobispo de Boston, tras terribles y muy sonados escándalos en estas tres diócesis. Tres cargos pastorales en los que la Iglesia Católica confió en Seán Patrick O´Malley, lo llamó y lo puso al frente para sanar, pero – al mismo tiempo – para mostrar la cara y la obra de los buenos pastores, de los que como él – con autoridad - dan su vida por las ovejas.

Esta ha sido para Seán una labor muy dolorosa, de mucho sacrificio personal y ministerial, de humillación y de perdón, de sanación y reconciliación, de resarcimiento de las víctimas y de decisiones difíciles para estas iglesias particulares, que lo hizo merecedor, posteriormente, del nombramiento y responsabilidad como Presidente de la Pontificia Comisión para la protección de los menores.

Católico entre los inmigrantes…

En español, la palabra griega “católico” significa “universal”. Otro rasgo y faceta del hombre, del cristiano y del buen pastor que es Seán P. O´Malley es su “catolicidad”. Entendiendo por tal – y literalmente – su capacidad para sentirse hermano de todos y ciudadano del mundo. Con mente, corazón y brazos ecuménicos. Con un ministerio en el que todos caben. Siempre abierto “universalmente” a todos, a ejemplo de Jesús, especialmente a los más pobres, en seguimiento fiel del “poverello” de Asís. Los más pobres, representados en Estados Unidos por los inmigrantes y, entre ellos, especialmente los hispanos, los latinos.

Así, en 1973, comenzó a servir como Director Ejecutivo del Centro Católico Hispano en la Arquidiócesis de Washington. Fue durante estos primeros días de su sacerdocio, cuando el hoy, Cardenal O'Malley, desarrolló un fuerte compromiso con las cuestiones de justicia social y atención a los nuevos inmigrantes y fue por estos días y en estas tareas del Ministerio Hispano cuando tuve el privilegio de conocerlo y de disfrutar - desde entonces – de su profunda humanidad, de su autenticidad como cristiano, de su incomparable alegría, de su enorme erudición, de su especial sentido del humor y de su gran sentido de fidelidad y lealtad a los amigos. Es una amistad fecunda animada siempre por las causas de la comunidad hispana, tanto en la Iglesia Católica como en la sociedad norteamericana.

Otros rasgos de su vida y personalidad…

Son muchos los talentos y rasgos virtuosos que acompañan la vida y personalidad de Seán P. O´Malley. La brevedad de estas líneas me impone apenas poder subrayar, además de todo lo anterior, su profunda fe y devoción cristiana, especialmente en la celebración eucarística, su genuino amor por los humildes, su compasión evangélica por los más pobres y “descartados” de nuestra sociedad, su admiración y gran ilustración por la cultura universal y, concretamente, por la cultura hispana y sus mejores expresiones y representantes en las letras y en el arte.

Su humildad expresada permanentemente en el uso del hábito capuchino, incluso en los grandes eventos cardenalicios y del Vaticano, su fácil cercanía y calidez humana, su amor y lealtad por el Papa y su capacidad de diálogo abierto, sincero y fraterno. Capacidad conciliatoria probada, incluso, en negociaciones y escenarios conflictivos internacionales, tales como Haití, El Salvador, Cuba, Nicaragua, etc.

Pronto, el Cardenal O´Malley pasará a ser un arzobispo emérito de Boston con una estela de servicio ininterrumpido a la Iglesia durante toda su vida.

Después de esta larga vida y fructífera trayectoria sacerdotal, la vida y obra de Seán seguirá desafiándonos a ser mejores seres humanos y auténticos cristianos, hombres y mujeres con autoridad.

Muy querido amigo: todos los que hemos tenido la fortuna de cruzarnos por tu camino, como amigos y destinatarios de tus dones y carismas, agradecemos a Dios tu vida y tu presencia en las nuestras.

Seán: ¡Ad multos annos! Que Dios, como hasta hoy, cuide y bendiga por siempre a este excelso amigo, a este gran hombre e incomparable cristiano y pastor que hace lo que dice, que vive lo que anuncia.

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